Saber idiomas
extranjeros ha sido siempre una necesidad. Las necesidades de comunicación con
otros pueblos lo imponen así. Aparte de esto, ha habido idiomas específicos que
han sido objeto de interés por una y
otra razón. En la Europa medieval era usual el interés por el griego en cuanto
lengua de la civilización más importante en términos culturales. En el mundo
como lo conocemos ha sido norma casi obligada saber ingles, el idioma
universal, la principal lengua comercial del mundo. Hablar francés era otrora sinónimo
de distinción y prestigio y ahora en el siglo 21 hay una nueva potencia cuyo
idioma hay que ir tomando en cuenta: China. Otro idioma considerado otrora exótico
o raro y que tiene ya demanda es el ruso.
También hay
razones más individuales o personales para aprender una lengua extranjera:
planear emigrar a otro país, casarse con alguien de idioma distinto, necesitar
saber un idioma por razones profesionales, querer codearse con hablantes de x
idioma o pretender vivir de eso o simplemente gustar de los idiomas.
Conocer lenguas
extranjeras es algo ciertamente útil, necesario y estimulante. El simple hecho
de poder comunicarnos e interactuar con hablantes de otro idioma es un
aliciente y poder intervenir en un caso en que se necesita traducir o
interpretar lo que dice alguien, habla muy bien de nosotros.
Las razones
para aprender idiomas son muy variadas, como vemos. Es un hecho que conocer una
lengua extranjera nos da más oportunidades y posibilidades, sin duda. Bien, eso
está claro. Ahora bien, el que emprende
el aprendizaje de x idioma, tiene que estar consciente de algo: tendrá que
hacer un esfuerzo de almacenamiento, almacenar, qué? Palabras, miles y miles de
ellas, sí, si la idea es dominar bien el idioma y hablarlo con fluidez, no un
simple conocimiento, un largo proceso que tomará tiempo, años.
El vocabulario
será al fin y al cabo lo más arduo e importante. Cuándo podemos decir que
hablamos un idioma extranjero? Cuando tenemos suficiente vocabulario. En nuestra
misma lengua vivimos aprendiendo nuevas palabras, un proceso que nunca termina.
En el caso
especifico del ingles, el esfuerzo se hace mayor, pues, como hemos establecido,
es un idioma con vocabulario inflado artificialmente gracias al léxico latino-francés.
Estamos hablando de vocabulario anglosajón más vocabulario latino-francés, tamaño
universo lexical. Eso es un factor en contra, pero que por suerte se compensa
por otro lado. Esa es la buena noticia. La latinización del ingles nos favorece
porque lo ha acercado a las lenguas latinas y mientras más cercano al nuestro está
un idioma, más fácil es aprenderlo y dominarlo.
En ingles
figuran miles y miles de palabras “transparentes”, voces que sabemos lo que
significan si las oímos o vemos, ya que se parecen a voces de nuestro idioma. Son
palabras que tenemos al alcance ya de entrada y que podemos ir alistando y
agrupando sistemáticamente.
Veamos
-Sustantivos
terminados en “cion”: acción, producción, operación, distribución, etc. En el
caso de la gran mayoría (no todas) de estas voces hay transparencia: action,
production, operation, distribution, etc.
-adjetivos
relativos terminados en “al” y “ar”: normal, usual, ideal, real, regular,
excepcional, social, legal, virtual, espectacular, fatal, intelectual, etc.
-adjetivos
relativos terminados en “ivo” (ingles “ive”): intensivo, pasivo, activo,
productivo, etc
-sustantivos
terminados en “ancia” (ingles “ance”) y “encia” (ingles “ence” o “ency”): perseverancia,
presencia, frecuencia, presidencia.
-sustantivos
terminados en “idad” (ingles “ity”): comunidad, regularidad, espontaneidad
-sustantivos
y adjetivos terminados en “ente” (ingles “ent”): presidente, inteligente,
decente.
Etcetera, etcétera.
La transparencia
lexical es algo de lo cual el estudiante de ingles va haciéndose consciente; es
parte del aprendizaje. Podemos entonces ir alistando y agrupando ese léxico con
ayuda de un diccionario, observando, claro, que hay casos en que no se da la
transparencia. Si vas a alistar o agrupar ese tipo de vocablos, sugerimos que sea
desde el punto de vista de la emisión o habla, o sea, la palabra en español y
su equivalente transparente en ingles. Ejemplo: comunidad-community. Lo importante
es emitir, hablar. Si puedes emitir (hablar), puedes recibir (entender). La emisión
nos capacita para la recepción. Si te topas en x contexto con la palabra
inglesa community, sabes lo que significa, aunque no la conozcas, por ser
transparente. Bien, pero, podrías emitir en ingles el término español comunidad
sin conocimiento previo? Tal vez sí, tal vez no. El fin primario debe ser la emisión.
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