En la entrega
anterior expusimos cómo podemos apropiarnos de la infinidad de voces
transparentes que presenta la lengua inglesa de hoy. La estrategia es alistarlas
sistemáticamente.
En la presente
vamos a ver otro tipo de palabras al cual podemos aplicar la misma estrategia
de construcción de vocabulario, que podemos alistar y agrupar racionalmente, en
cuyo caso no se trata específicamente del ingles, sino que vale para cualquier
lengua.
Nos referimos a
sustantivos representativos de un género o especie o clase o familia o grupo. Un
ejemplo inmediato es el metalenguaje, los conceptos relativos a la lengua (que,
dicho sea de paso, pensamos presentar debidamente alistado en una entrega
posterior): verbo, palabra, silaba, consonante, vocal, tiempo, sustantivo, gramática,
acento, modismo, prefijo, oración, etc. Eso
hay que saberlo. El que dice que habla x lengua, tiene que saber eso.
Otro ejemplo
inmediato son los signos de puntuación: punto, coma, punto y coma, punto y
aparte, puntos suspensivos, guión, etc. Eso hay que saberlo.
Otro ejemplo inmediato,
la familia: padre, madre, hijo, hija, hermano, tío, primo, suegro, etc
Y así hay otros
grupos o clases que podemos alistar: animales (que podemos para más claridad y
facilidad dividir en mamíferos, aves, reptiles, peces, insectos, etc), dedos de
la mano (eso hay que saberlo), metales, elementos químicos, la ropa (uno de los
más importantes), colores, partes del cuerpo (muy importante), órganos anatómicos,
partes del rostro (muy importante), países y asi por el estilo.
Hay que hacer
listas de todo eso en un cuaderno, tenerlas ahí e ir memorizándolas.
Como explicamos
en la entrega pasada, el punto de vista debe ser la emisión, no la recepción. Los
modernos métodos de enseñanza de idiomas se basan en la recepción. Se busca que
la persona aprenda la lengua de modo “natural”, sin su lengua nativa de
referencia. En este caso no se trata de aprender, sino de construir vocabulario
y perfeccionar.
Si poseemos ya
una palabra, si podemos emitirla, podemos recibirla. Si nos topamos con ella en
x contexto, no tenemos que recurrir al diccionario ni preguntarle a alguien lo
que significa. La emisión nos capacita para la recepción. Es un caso diferente
cuando el sustantivo o verbo o adjetivo o todo de que se trate, tiene sinónimos
que no conocemos. Eso es otra cosa.
Por eso
recomendamos que las listas o grupos se hagan desde el punto de vista de emisión,
usando nuestra lengua como referencia.
Esto es una
estrategia muy racional y efectiva de construcción de vocabulario, algo
fundamental, parte de la empresa que representa aprender una lengua extranjera.
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