Dominar una lengua extrajera requiere tiempo, estudio
y esfuerzo. Algo que lo dificulta, como explicamos en una entrada anterior, es
que una lengua no es un código de palabras y ya, sino que parte del código son también
expresiones estereotipadas, frases hechas, dichos y lo que conocemos como
modismos, que podemos definir como una unidad lexical que significa algo
diferente de lo que significan individualmente sus partes (palabras).
Los modismos (cortar por lo sano, andarse por las
ramas, irse por la tangente, meterse en camisa de once varas, etc) así como las
palabras que no conocemos, nos fuerzan a recurrir al diccionario para saber lo
que significan.
Cuando no sabemos lo que significa una palabra, vamos
al diccionario. Otra cosa es cuando leemos o escuchamos algo y conocemos todas
las palabras involucradas, pero no entendemos o no le vemos literalmente
sentido a lo leído o escuchado.
En ese caso debemos sospechar que se trata de un
modismo o locución verbal o idiom, como se dice en ingles, que debe de estar
entonces debidamente registrado en diccionario.
Es algo con que nos encontramos corrientemente, parte
del largo proceso de conocimiento de la propia lengua o una lengua extranjera.
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