Como explicamos en entradas anteriores, el léxico ingles
comprende palabras fabricadas. Un ejemplo interesante de ellas es el verbo
disrupt, fabricado del siguiente modo: se tomó la raíz francesa rupture, se le
quito la desinencia ure y se le agregó el prefijo francés dis.
Disrupt equivale en español a trastornar, trastocar,
alterar o perturbar.
A partir de él se crearon el sustantivo disruption y
el adjetivo disruptive, transpuestos al español y registrados oficialmente por
la Real Academia de la Lengua: disrupción y disruptivo.
Es posible que hayas visto ya de hecho el adjetivo
disruptivo, pues está de moda, neologismo más bien técnico y sofisticado que se
aplica especialmente a innovaciones tecnologías que trastornan o alteran o perturban el estado
normal de las cosas.
Como sabemos, las computadores provocaron la desaparición
de las máquinas de escribir y se
vaticina que muchos trabajos y oficios se perderán por la robotización y la
inteligencia artificial, ambos ejemplos de trastornos o “disrupciones”.
La computadora fue una tecnología “disruptiva” , como
se cree que lo serán también la robotización y la inteligencia artificial.
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