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martes, 26 de enero de 2016

Polisemia, juegos de palabras y humor


Todos conocemos los juegos de palabras. Si un vocablo tiene diferentes acepciones o aplicaciones o interpretaciones (polisemia), eso puede explotarse para producir un efecto retorico o humorístico.. Uno de los juegos de palabras más común es el doble sentido, una sentencia o proposición ideada para ser entendida de una de dos maneras, que tiene doble significado.. La primera manera es literal e inocente, mientras que la segunda es irónica o atrevida o picante o maliciosa.

Los chistes basados en diferentes interpretaciones de una palabra han sido algo muy corriente. De este modo se producen chistes que caen en la categoría de humor privado o restringido o de iniciados, en el sentido de que generalmente valen solo para los hablantes de la respectiva lengua. Solo ellos pueden “caer en el chiste”. Esos dichos agudos u ocurrentes vienen así a ser parte de dicha lengua.

En una entrega anterior expusimos un caso de polisemia, la voz banco, que tiene dos acepciones primarias: asiento en que pueden sentarse varias personas e instituto financiero, lo cual no es arbitrario, sino que tiene un origen histórico. Sucede que los judíos florentinos hacían en el siglo 15 transacciones financieras en una mesa cubierta de una tela verde, que era llamada “banco” ( barra o mostrador o pupitre en italiano).

En base a esas dos acepciones se ideó entonces el siguiente chiste, visto hace bastante tiempo por el autor de este blog en un espacio humorístico televisivo.

Una atractiva chica se encuentra con un viejo conocido en un parque. La chica está sentada en un banco y el, que no la había visto en mucho tiempo, le pregunta de qué está viviendo y ella le responde que “de lo que tengo en el banco”, momento en que la cámara bajaba y hacia un acercamiento de su trasero (lo que tenía en el banco), dando a entender que vivía de eso, o sea, de la prostitución.  Lo que se entiende en primera instancia es que la mujer tenía ahorros en un banco, con los cuales se sostenía. El chiste radica en la insinuación de que se prostituía. A qué se refería con “banco”?. Al asiento en que estaba sentada o a una entidad financiera? Buena pregunta. Doble sentido.

Por otra parte, en un episodio de la serie de televisión “Golden girls” (1985-1992), una de las señoras protagonistas, Rose, que no era muy lista que digamos, tenía un pretendiente. Ya en despedida a la puerta de la casa tras una salida, el caballero le dijo que le daría un toque, o sea, que le telefonearía, a lo que Rose respondió, para desconcierto y perplejidad del caballero, que “no podía aceptar joyas”. Resulta que lo que en español es “dar un toque”, en ingles es to give a ring, literalmente dar un timbre,  el sonido  del teléfono. Pero resulta que ring es también anillo y eso fue lo que interpretó la tonta e ingenua Rose. Entendió que su pretendiente quería darle un anillo, lo cual, dijo, no podía aceptar.

 

 

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